Mano de Fátima
Cuenta la leyenda que Fátima az-Zahra, hija de Mahoma, preparaba la comida para su marido, Ali, del que
estaba perdidamente enamorada. Cuando él apareció, venía acompañado de su segunda mujer y Fátima, dolida, no se percató de que metía su mano en la olla hirviendo. Su marido, en cuanto la vio, fue a socorrerla, pero le dijo que había pasado la noche con su segunda mujer.
Varios días después, Ali volvió con su segunda mujer y Fátima los espió mientras se besaban. Fátima, que no podía soportar verlo con otra mujer, entró en la habitación y mientras lloraba le pidió que estuviera sólo con ella.
La mano de Fátima también es conocida como mano Jamsa, que proviene del árabe "cinco". Este nombre lo recibe debido a los cinco dedos de la mano, que representan los cinco pilares del Islam:
- La Fe
- La oración
- La Peregrinación
- El Ayuno
- La Caridad
Normalmente suele ir acompañada de diversos símbolos, como inscripciones religiosas, estrellas de David u ojos, por el que también recibe el nombre de Ojo de Fátima. En la versión judía, la mano suele ir representada con cuatro peces.
Los judíos la llaman Mano de Míriam, haciendo referencia a la hermana de Aarón y Moisés y se relaciona con los cinco libros de la Torá.
Aunque dicho amuleto es usado por musulmanes y judíos, lo cierto es que su existencia se conoce desde la antigüedad, pues los cartaginenses lo relacionaban con Tanit, la diosa de la luna y la fertilidad.
En muchas culturas se cree que la buena suerte atrae la envidia de los demás. Esta envidia puede llevar a que nos lancen una maldición o un mal de ojo. Es por eso que la mano de Fátima nos ayuda a protegernos de dichas maldiciones.
Además de otorgarnos protección, nos aporta poder y fuerza y buena suerte.
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